lunes, 26 de abril de 2010

¿Dónde estas?






Dedicado a todos los poetas perdidos, que se encuentran y se reinventan que cada conjunto de letras que crean.


I

¿Dónde estás saltador de cuentos?

Ya no puedo, susurrarte lo que dice
el viento cuando llega a mi oído.
Ya no puedo, describirte lo que
hiela cuando me toca la rosa de plata.
Ya no puedo, traducir el suave vendaval
que llega con la brisa de Junio.
Ya no puedo, destilarte las sombras de
medianoche que persiguen tus ojos sellados.
Ya no puedo, escribirte con soles la
fragancia que habita entre las flores.

¿Dónde estás danzante de fragmentos?

Ya no puedo, desdibujarte la curva
del horizonte en la playa baldía.
Ya no puedo, atajar las ráfagas de ocasos
con sus violetas rebeldes y su intermitente alevosía.
Ya no puedo, convertir aquellas tierras
de vapor cuarteado en piezas de otros cielos.
Ya no puedo, traerte los anillos nacarados
de los dioses de la noche.
Ya no puedo, contagiarte el canto de los grillos
cuando muere la tarde en sus espaldas.

¿Dónde estás cazador de corazones foráneos?

Donde, condesar tu imagen en una banca desierta
petrificar la huella de tu capa en una gruta inmutable

¿Dónde estás trepador de sensaciones?

Ya no puedo, delinear con mis pies
los bordes de los muelles anclados

Ya no puedo…


Conversarte entre minutos
despejarte entre ventanas
interpretarte entre ilusiones

¿Dónde estás poeta desterrado?

Otros aires te acompañan.
Ya no puedo encadenarte palabras cuando tú
has huido de esta mano condenada

¿Dónde estás?

Ya no te invoco entre mis ojos.

II

¿Dónde estás?

Trovador de la bruma imperfecta
cazador de las dunas de zafiro,
domador de los torbellinos de lianas.

¿Dónde estás corazón de mil lunas de perla traviesa,
donde sus latidos son de soles y vienes tú adagio perfecto,
a borrarme la memoria, a encenderme la inconsciencia,
a paralizar mí aliento y desvanecerme ante tantas mieles
del otro lado del tiempo, donde el mundo florece en la gota
que perece después de una mágica lluvia?

¿Dónde estás trenzador de los vientos,
donde tus dedos emulan el eco,
donde tus raíces han penetrado en silencio hasta mi alma,
donde tu voz clama, en medio de mi nada,
donde tu jardín de escamas cubiertas de una jaula de plástico,
me presiona y me vierte a gotas donde descansa tu pluma?

¿Dónde estás eterno, eterno enamorado,
donde tus ojos huyeron hacia más allá de la línea;
a que planeta tu esencia ha capturado,
a que otra alma tu universo de letras haz hechizado?

¿Dónde estás, pájaro de aguas metálicas
de espesura profunda y naciente profecía,
donde se liberan tus caballos de desbocada ironía
donde llegan tu trazos transversos, obsoletos, directos,
convexos, marchitos, rebeldes, gritones,
traviesos, volcánicos, discretos, asesinos…

…Asesinos de tantos otros seres que habitan en un mismo cuerpo,
el mismo cuerpo que se evade por dentro?

¿Dónde estás personaje insomne
que ensilla la noche en su almohada,
que desvela su sueño en un trozo de papel,
donde su mano crea y destruye a la vez,
donde somos uno y todos?

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