domingo, 11 de abril de 2010

A una lágrima





¿Es posible que una lágrima
pueda condensar toda la esencia
del dolor en su vuelo?

¿Puede trazar en su recorrido
por la mejilla el cauce
del torrente venidero?

¿Marcará en las manos,
la verdad del origen del llanto,
haciendo indelebles las letras?

¿Podrán agolparse las gotas
en las hojas, manchando
en la tinta el silencio lacerante?

¿Podrá detenerse en la barbilla
el último claudicar de la nota
de su camino desalentado?

¿Es posible olvidar
el agridulce sabor que
rebelde se adentra en las comisuras,
que se escurren , mientras se trata
de detenerlas apretando los ojos?

¿Quién desconoce el color
matizado, del río de salitre
descocido de los ojos, mientras
a cada parpadear, una inevitable
laguna aparece y desaparece?

¿Están allí
los golondrinos lagrimones
que llegan en vendavales,
quedándose sigilosos para despertar sentimientos?

¿Olvidaré el eterno
deslizar de la lágrima, en mi rostro,
que como un ritual mortuorio, vive y nace infinitamente?

2 comentarios:

  1. No se si una lágrima pueda condensar en sí todo lo que describes, pero supongo que no porque de ser así no habría más al mismo momento.
    Un poema con muchas interrogantes que peronsalmente me parecen interesantes por el hecho de que no se las respuestas ni las imagino, ademas de ello tienes imagenes muy bien marcadas en la caída de la lágrima pr el rostro, diría que fuertes, pero más bien son nitidas.
    El final lleva la carga copleta con su última pregunta cuya respuesta resuena en un NO rotundo.

    Buen poema Natu.

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  2. Gracias, y si la última respuesta es no, no se puede verdad?

    saludos

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